"Rehabilitación es clave para mantener un uso coherente con la historia, identidad y patrimonio cultural"
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- 24 may
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Reflexiones en el día del Patrimonio de Claudia Torres, arquitecta de la Universidad de Valparaíso. Doctora de la Universidad Politécnica de Cataluña. Es investigadora ANID y docente de la Universidad de Chile. Con gran experiencia en proyectos de patrimonio arquitectónico y parte del equipo de especialistas del proyecto de reposición.

El Mercado Central de Concepción evidencia la evolución urbana de la ciudad. Su historia incluye desde el primer mercado del siglo XIX, la construcción actual tras el terremoto de 1939, su adaptación a planes urbanos y cambios económicos, manteniendo su función comercial hasta hoy.
Su mayor valor histórico radica en su origen como parte de la reconstrucción de la ciudad post-terremoto de 1939, marcando el "primer modernismo" de Concepción. Este periodo transformó la imagen urbana con nuevos materiales (hormigón armado) y morfologías, y priorizó obras de equipamiento urbano como el Mercado.
Además, su construcción por la Corporación de Reconstrucción y Auxilio (CRA) refleja el rol del Estado en la reconstrucción y el desarrollo del país en esa época. El Mercado es uno de los pocos proyectos que la CRA desarrolló con sus propios arquitectos, destacando los esfuerzos de la institución.
El Mercado Central de Concepción es un hito urbano que articula y vitaliza su entorno. Desde su construcción, fue diseñado para integrar el edificio con el espacio urbano a través de accesos perimetrales. Esta cualidad se reforzó con el Plan Regulador de 1960 y la creación de galerías comerciales, que lo insertaron en un circuito peatonal. Este diseño respondía a los postulados modernos de integración del espacio público, consolidación de la manzana y preservación de la trama urbana, ofreciendo además protección climática.
Su función como espacio de abastecimiento mantiene el carácter comercial histórico de la manzana desde el siglo XIX. Por lo tanto, la reconstrucción del Mercado es fundamental para la revitalización de su entorno inmediato.

El Mercado Central es un destacado ejemplo de arquitectura moderna en Chile. En él se adoptan los principios modernos a elementos locales o tradicionales. Su calidad y singularidad arquitectónica se basan en tres puntos:
Su nave central abovedada, similar a un hangar, es su elemento más distintivo.
El diseño integral del proyecto, desde la bóveda hasta los detalles constructivos, muestra una planificación completa.
La configuración de sus tres elementos principales (anillo perimetral, bóveda central y naves laterales) y su conexión logran una fluida integración en el tejido urbano.
El valor social del Mercado Central de Concepción se basa en dos pilares: los lazos que generaron los locatarios con el lugar y el significado que tiene para los habitantes de la ciudad.
Para los locatarios, el Mercado no fue solo una fuente de trabajo, sino un espacio fundamental para su identidad y vida social. Se formó una comunidad cohesionada que celebraba festividades y realizaba actividades conjuntas. A pesar del deterioro del edificio, la tradición de los negocios se mantuvo, con traspasos intergeneracionales.
La estrecha relación de los locatarios se manifestó en su sentido de apropiación y resguardo del Mercado. Cuando la estructura sufrió daños, como tras el terremoto de 2010, ellos se organizaron y financiaron reparaciones, demostrando un compromiso activo con el mantenimiento del espacio.
Para la ciudad de Concepción, el Mercado fue un lugar emblemático de abastecimiento, ofreciendo una variada oferta de productos. El Mercado se convirtió en un muestrario del patrimonio alimentario del Biobío, con productos tradicionales de la región. Era un espacio que sintetizaba parte de la identidad cultural local y nacional, y a pesar de los daños sufridos, ha mantenido su uso comercial, lo que demuestra su resiliencia y la pertinencia de su ubicación central.
Además, de su función comercial, el Mercado tuvo un importante rol social, albergando instituciones públicas como la Biblioteca de Concepción y el Juzgado de Policía Local. También se vinculó con universidades, siendo un lugar de almuerzo para estudiantes y espacio para proyectos de arquitectura.
El Mercado tiene un gran potencial para el turismo sostenible, al integrar valores culturales (arquitectura, gastronomía, tradiciones) con el comercio local, beneficiando a la comunidad y a la ciudad. Sus propios locatarios lo reconocen como un hito turístico.
Representa una oportunidad para la generación de empleos y el desarrollo económico del centro de Concepción, dinamizando una zona altamente rentable y solicitada. Su rehabilitación es clave para mantener un uso coherente con la historia, identidad y patrimonio cultural penquista.
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